La naturaleza tiene un papel fundamental para la subsistencia del ser humano y para su desarrollo económico, social y espiritual. Sin embargo, las actividades humanas están mermando el capital natural y están poniendo en entredicho el futuro de la civilización actual. De acuerdo con un análisis científico global reciente, ya se sobrepasaron tres límites planetarios: (i) la pérdida de biodiversidad, (ii) el cambio climático y (iii) el ciclo de nitrógeno.
México, país que forma parte de un grupo de 17 países que albergan entre
el 60% y el 70% de la diversidad biológica conocida en el planeta, también
está viendo reducciones significativas en su patrimonio natural. En términos
de biocapacidad, México presenta un déficit importante (-1.35), mayor al
promedio mundial y al de la región de América Latina y el Caribe. Esta
situación tiene consecuencias que van más allá de lo ambiental. Evidencia
reciente muestra que la degradación del capital natural puede alentar
las tasas de crecimiento económico de un país, aún en el corto plazo.